Hace mucho tiempo, en un pueblecito de Roma, había un árbol que se lo pasaba muy bien jugando con otro árbol amigo suyo a hacerse cosquillas con las raíces o cuando venían niños movían las ramas para jugar con ellos.
Pero un día, cuando nadie se lo esperaba llegó la guerra, aunque casi todos los enfrentamientos se hacían a unos cincuenta metros podían correr peligro.
Un día algunas espadas se clavaron en el árbol, pero su amigo siempre le intentaba salvar.
El número de flechas que se clavaban en cada árbol consiguió acabar con el amigo del árbol.
El árbol tubo una gran recaída, aunque luego se consiguió recuperarse y ayudar a el ejército de Roma.
Cuando pasó la terrible guerra los niños volvieron a jugar con sus ramas pero no era lo mismo sin su amigo. Cada vez que pensaba en él le caía una lágrima y cada vez que le caia una lágrima le caía una hoja.
Un día, una semilla de su amigo volvió a darle vida pero no le conocía hasta que ¡PUN! lo talaron,¡Noooooo! gritó el árbol hasta que se despertó y dijo:
-Bah solo era un sueño.
El tiempo fue pasando y el árbol todavía existe, se encuentra en el interior del patio de el colegio El Lloréu, en el se ven las marcas de las espadas y su tristeza reflejada en sus hojas caídas.
NICO
1 comentario:
Nico esta muy guapo tu texto¡¡¡¡
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